El Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG) y el IRTA han ampliado su acuerdo tecnológico internacional con Front Range Biosciences® (FRB), una empresa estadounidense especializada en genética de cannabis y cáñamo que combina tecnologías agrícolas de próxima generación con programas de mejora. El acuerdo asienta y amplía la asociación entre FRB, CRAG e IRTA formada en 2019 para desarrollar herramientas de investigación para la mejora genética de plantas de cannabis adaptadas a las necesidades específicas de los cultivadores en diferentes zonas climáticas. Con este nuevo proyecto, FRB extiende el acuerdo al licenciar su tecnología patentada para incluir metodologías para la detección de la enfermedad del viroide latente del lúpulo (HLVd), una grave amenaza para la industria del cannabis que puede causar reducciones devastadoras en el crecimiento, el rendimiento y la potencia de las plantas. Además, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) acaba de conceder al IRTA y al CRAG la autorización para trabajar con cannabis medicinal por tercer año consecutivo, una renovación que garantiza la continuidad de los proyectos de investigación relacionados con el cannabis.
“El CRAG es un centro de investigación de talla mundial, y estamos encantados de ampliar nuestra asociación con esta organización mediante la introducción de tecnologías y servicios que transformarán los mercados médicos del cannabis en toda Europa”, afirma Chris Driessen, CEO de FRB.
El nuevo acuerdo ampliado ofrece al CRAG y al IRTA la oportunidad de canalizar la experiencia del FRB como líder mundial en genética y mejora del cannabis hacia la comunidad cannábica europea, proporcionando nuevas herramientas de diagnóstico y mitigación de patógenos. También ayudará a reforzar los programas de genética molecular y mejora del cannabis del IRTA-CRAG, que aprovechan el descubrimiento de rasgos y la selección asistida por marcadores (MAS) para crear cultivares de cannabis mejorados, adaptados a diferentes entornos de producción, capaces de expresar los diversos perfiles de cannabinoides requeridos por la industria farmacéutica, y con una mayor resistencia a las plagas y enfermedades.
España fue uno de los primeros países europeos en despenalizar el uso personal y el cultivo de cannabis para el autoconsumo. Aunque el cannabis no se ha legalizado para su uso médico o recreativo, el Ministerio de Sanidad ha autorizado determinadas organizaciones a cultivar, procesar y probar plantas de cannabis y cáñamo con fines médicos. Esta semana, el IRTA y el CRAG han obtenido por tercer año consecutivo la autorización para trabajar con cannabis medicinal por parte de la AEMPS. La renovación del permiso, recibida como parte de la asociación exclusiva entre el CRAG, el IRTA y el FRB, permite a las entidades colaboradoras seguir avanzando en el desarrollo de la genética del cannabis medicinal para el mercado mundial.
“La ampliación del acuerdo se beneficia de la experiencia tecnológica de FRB y de las capacidades de investigación y el alcance del CRAG para acelerar la adopción del cannabis para usos terapéuticos en España y en toda la Unión Europea”, observa L. Maria Lois, directora del CRAG. “Estamos contentos de ampliar nuestra colaboración con una empresa tan diversa e innovadora como FRB”, añade.