Una conferencia sobre el papel de la producción animal para la sostenibilidad de los sistemas alimentarios, y otra sobre el efecto de las tensiones geopolíticas en la comercialización de la carne, han servido este lunes para inaugurar la 71a edición del congreso internacional de Ciencia y Tecnología de la Carne (ICoMST), el encuentro científico de referencia mundial en el ámbito de la carne, que en esta ocasión organiza el IRTA (Instituto Investigación y Tecnología Agroalimentarias) y que se celebra en el Auditori Palau de Congressos de Girona durante toda la semana.
En un momento en el que los grandes desafíos globales, como el cambio climático, la digitalización o la competencia internacional por los recursos, marcan la agenda de los sistemas alimentarios, el congreso reúne hasta el viernes a medio millar de expertos procedentes de centros de investigación, universidades y empresas de una cuarentena de países para analizar y dibujar el futuro del sector.
Bajo el lema "Real meat, real care", la edición de este año quiere poner en valor la carne auténtica, de calidad, segura y producida con respeto por el bienestar animal, el medio ambiente y la sociedad. Es por ello que, durante todos estos días, se abordarán aspectos como la sostenibilidad ambiental en la producción cárnica, las tendencias más innovadoras en la industria de la carne, la forma en que el bienestar animal favorece la calidad de los productos, o las preferencias de los consumidores, tal y como desgrana el programa del congreso.
A la inauguración del ICoMST han asistido varios representantes de instituciones gerundenses, como Xavier Aldeguer Manté, cuarto teniente de alcaldía del Área de Talento, Innovación, Salud y Comunidad del Ayuntamiento de Girona, y Gemma Geis i Carreras, vicepresidenta segunda de la Diputación de Girona. Asimismo, el acto ha contado con la presencia del director general del IRTA, Josep Usall i Rodié, quien ha manifestado que "el sector cárnico tiene el reto de preservar la tradición y, al mismo tiempo, investigar e innovar para un mañana sostenible".
Asimismo, Usall ha destacado la larga trayectoria del IRTA en la investigación e innovación sobre la carne, en estrecha vinculación con el territorio y el sector, que la organización lleva a cabo desde su nacimiento, hace cuarenta años.
"Desde el IRTA trabajamos para que se pueda producir carne de calidad, segura y sostenible, estudiando desde la genética y la nutrición de los animales, hasta la clasificación de la carne con tecnologías punteras, pasando por la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en las explotaciones ganaderas o la producción de biogás. Asimismo, apostamos firmemente por el bienestar animal y queremos demostrar cómo impacta positivamente en la calidad de la carne”, ha explicado.
Por su parte, la presidenta del congreso, Maria Font, que es investigadora del programa de Calidad y tecnología alimentarias del IRTA, ha detallado que a lo largo de esta semana se llevarán a cabo más de trescientas cincuenta presentaciones científicas, así como dos jornadas de conexión con la industria. "Además, el miércoles saldremos del Auditori Palau de Congressos para visitar varias empresas catalanas del sector cárnico y mostrar a nuestros compañeros de todo el mundo la cultura y el patrimonio catalán y gerundense", ha añadido.
La ponencia inaugural ha sido a cargo de Louise Fresco, quien fue subdirectora general de la FAO y es miembro del Consejo Científico Asesor del IRTA. Fresco ha destacado el papel clave de la carne para la existencia de los seres humanos, ya que, como ha remarcado, empezar a consumirla contribuyó al crecimiento del cerebro, al tiempo que la caza hizo imprescindible trabajar de forma colaborativa. Asimismo, ha puesto de relieve el valor nutricional de la carne para determinados grupos de población, como las mujeres embarazadas y las que amamantan, los niños y las personas que se encuentran en la tercera edad.
Para la exsubdirectora general de la FAO, entre los principales retos del sector están detener la deforestación destinada a producir alimentos para animales; minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI); continuar progresando en el ámbito del bienestar animal y aprovechar al máximo todos los productos de los animales. "No se puede generalizar sobre la forma en la que producimos en todo el mundo, pero hay una ley básica, que es la optimización de los recursos", ha indicado. La digitalización es una oportunidad en este sentido, ha añadido. Asimismo, ha afirmado que no se puede hablar de economía circular sin incluir a los animales.
Precisamente, el investigador del IRTA Ricard Bou ha hablado esta mañana sobre el aprovechamiento de los coproductos de la carne, como el cerebro, el hígado, o los riñones, cuyo consumo humano es minoritario. Bou ha explicado que estos órganos se pueden procesar y utilizar para usos biomédicos, farmacéuticos y para la obtención de ingredientes tanto para la alimentación humana como animal. También ha puesto como ejemplos los múltiples usos que tiene el colágeno, con el que se fabrican una gran cantidad de biomateriales.
Igualmente, en la inauguración del congreso ha participado Jorge Correa, investigador del Consejo Canadiense de la Carne, quien ha hecho referencia a los grandes retos del comercio mundial de la carne, entre los cuales, los efectos de las tensiones geopolíticas y las guerras. Correa ha recordado que el mercado de la carne está valorado en 1,45 trillones de dólares, y que emplea a 2,2 millones de personas, pero ha remarcado que, precisamente, los puestos de trabajo son uno de los grandes desafíos del sector: "Necesitamos trabajadores, y nuestra industria de la carne no es sexy". De hecho, la percepción social sobre la producción y el consumo de carne ha centrado también las preguntas que los asistentes han hecho a Fresco y Correa, y será una cuestión que se tratará a lo largo del congreso.
El ICoMST se cerrará el viernes con una mesa redonda sobre el futuro del sector y de la investigación en el ámbito de la carne, en la que participarán representantes de las llamadas Declaración de Dublín y Llamada a la Acción de Denver, que defienden la ganadería sostenible y su rol social, y que, sobre todo, piden a las administraciones que fundamenten sus decisiones de acuerdo con la máxima evidencia científica.