Empieza la segunda fase de inyección de sedimentos al río Ebro para evitar la regresión y subsidencia de su delta

Los trabajos están programados dentro del proyecto LIFE Ebro-Admiclim, liderado por el IRTA

La iniciativa es una de las distintas pruebas piloto que se realizaran para mitigar y adaptar los efectos del cambio climático sobre el Delta

Los días 3 y 4 de mayo se llevó a cabo una prueba de inyección de sedimentos al río Ebro, dividida en dos fases. El miércoles 3 de mayo se iniciaron los trabajos con la inyección de unas 40 toneladas de arena al río Ebro, que presenta un caudal de 600m3/s. Esta prueba se repitió el viernes 5 de mayo en Benifallet, con un volumen de sedimento y un caudal circular parecidos. Después de la descarga, se hará un seguimiento de la evolución de la turbidez del agua mediante muestreos e imágenes registradas con drones.

Estas pruebas servirán para calibrar un modelo de transporte de sedimentos tiene por objetivo diseñar y analizar la viabilidad de distintas alternativas para aportar sedimentos desde el embalse de Riba-roja.

El modelo en desarrollo también contempla la posibilidad de aportar sedimentos de la planta potabilizadora del Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) directamente a los canales de riego. Este volumen ha calibrado mediante la realización de dos pruebas de inyección realizadas durante el año 2016, donde se comprobó que la calidad de esos sedimentos es buena y que se pueden utilizar para ser inyectados de forma controlada a los canales de riego.

Este modelo está siendo desarrollado por la Universidad de Córdoba dentro del marco del proyecto europeo LIFE EbroAdmiclim, liderado por el IRTA. Esta iniciativa plantea acciones piloto de mitigación y adaptación al cambio climático del delta del Ebro mediante un enfoque de gestión integrada del agua, del sedimento y de los hábitats (arrozales y zonas húmedas).

Las principales acciones piloto de adaptación están orientadas a la aportación de sedimentos del rio hacia el delta. El objetivo es demostrar la viabilidad de restaurar el flujo de sedimentos de forma permanente, tanto desde una planta potabilizadora de agua del Ebro (CAT), como desde los embalses del tramo final del río, por lo que se requiere en primer lugar disponer de una buena evaluación de la capacidad de transporte del río y de los canales. Los resultados de estas pruebas servirán para establecer las directrices de un plan de adaptación y mitigación del Delta del Ebro, que desarrollará la Oficina Catalana del Cambio Climático.

Este proyecto está liderado por el IRTA y participa la Agencia Catalana del Agua (ACA), la Oficina Catalana del Cambio Climático, el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña, el Consorcio de Aguas de Tarragona y los regantes del margen izquierdo del Delta.

La ACA ha firmado un convenio con el IRTA para analizar cuáles deberían ser los caudales de crecida que se tendrían que conseguir para transportar estos sedimentos y poder determinar la cantidad de agua adecuada para complementen el régimen de caudales ecológicos al tramo final del Ebro.

PUBLICADO EL

05/05/2017

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