El IRTA y la Agencia Catalana del Agua continuarán trabajando para el seguimiento y control del tramo final del río Ebro
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Se ha prorrogado, para un periodo de 4 años, el convenio entre el ACA y el IRTA que permite coordinar, mantener y evaluar la Red de Indicadores Ambientales del Delta del Ebro (XIADE)
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Se destinarán cerca de 390.000 euros para garantizar el funcionamiento de esta red para el período de 4 años
El consejo de administración de la Agencia Catalana del Agua (ACA) aprobó el pasado 18 de diciembre la prórroga del convenio suscrito por la agencia y el IRTA, para garantizar el funcionamiento de los diferentes elementos que componen la Red de Indicadores Ambientales del Delta del Ebro (XIADE). Hasta finales de 2022, se realizará una inversión cercana a los 390.000 (unos 100.000 euros anuales). 280.000 euros se destinarán al control de calidad y evaluación del estado de las masas de agua y los restantes 110.000 euros servirán para mejorar el conocimiento para hacer posible unos caudales ecológicos y el transporte de sedimentos adecuados para combatir la regresión del delta.
La prórroga de este acuerdo, por tanto, hará posible continuar con las tareas de recogida de muestras biológicas, así como el análisis de nutrientes, el cálculo de indicadores biológicos y el análisis de transporte de sedimentos en crecidas controladas y caudales ecológicos en el tramo final del río Ebro y sus principales afluentes. También se llevará a cabo el mantenimiento y limpieza de los sensores de calidad instalados en las bahías y los sensores de subsidencia (SET), entre otras acciones.
La Red de Indicadores Ambientales del Delta del Ebro (XIADE) a cargo de la ACA está compuesta por 4 sensores de calidad instalados en las bahías, 18 piezómetros sensorizados, 56 estaciones SET de control de subsidencia, y un laboratorio equipado para la valoración del estado del tramo final del río Ebro y sus principales afluentes, así como de las lagunas litorales y el estuario. La inversión por parte del Estado español fue en su momento de 12 millones de euros, en una iniciativa para controlar la evolución de este espacio natural protegido y muy frágil, a raíz de la regresión por la falta de sedimentos, la subsidencia y el avance del mar a raíz de los efectos del cambio climático.