El IRTA, parte activa de la Cumbre Hambre Cero que se celebra hasta hoy en Barcelona
Alrededor de un centenar de personas de todo el mundo, muchas de ellas procedentes de países del llamado Sur Global, participan desde el miércoles y hasta hoy en la V Cumbre Mundial de las Regiones sobre Seguridad y Soberanía Alimentaria, que este año lleva por lema “Hambre Cero” y que tiene lugar en el Campus Poble Nou de la Universidad Pompeu Fabra (UPF). Desde el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) hemos tomado parte activa en este evento, especialmente ayer, cuando varios de nuestros expertos y expertas, así como el director general, Josep Usall, participaron en algunas de las ponencias del encuentro.
Organizada por el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARP) de la Generalitat de Catalunya y por la Organización de las Regiones Unidas, la cumbre quiere ser un punto de encuentro de representantes de varias regiones de todo el mundo con empresas, universidades, centros de investigación y otros actores del sector agroalimentario para abordar cómo alcanzar uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU en vistas a 2030, el hambre cero. En concreto, este encuentro pone el foco en tres ejes claves: cambio climático y agricultura; prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, y cultura gastronómica y culinaria. Es la primera vez que se celebra en el continente europeo.
El papel clave de las regiones
Desde el IRTA hemos tomado parte especialmente en el primero de estos ejes clave.
Para empezar, la jefa de los programas de Producción de Rumiantes y Nutrición Animal, Maria Devant, y el jefe del programa de Fruticultura, Joan Bonany, participaron a primera hora de ayer en la sesión plenaria sobre Producción alimentaria sostenible.
Tanto ellos como el resto de ponentes pusieron en valor el papel clave de las regiones para avanzar hacia la transición agroecológica, puesto que interconectan las políticas globales y las nacionales con los actores comarcales, locales o asociativos.
Bonany enfatizó la necesidad de poner a los productores y productoras en el centro de los cambios y remarcó que hay que evitar que los costes económicos recaigan excesivamente sobre ellos. Por su parte, Devant subrayó el hecho de que las regiones agrupan a personas y entidades que comparten una misma cultura. “Cuando nos movemos en la región, todos entendemos muy bien dónde estamos y hacia dónde podemos ir”, destacó.
Menos agua y menos emisiones
Avanzada la mañana, Usall moderó una mesa redonda sobre la escasez de agua para la actividad agrícola en la que participó Jaume Casadesús, jefe del programa de Uso eficiente del agua en agricultura. Tanto él como el resto de ponentes, dos de ellos procedentes de Senegal y de Ecuador, pusieron sobre la mesa varios caminos para producir alimentos con menos agua, como la acuicultura, la regeneración de las aguas residuales o un mejor aprovechamiento de las aguas pluviales.
Asimismo, Casadesús insistió en la necesidad de aprovechar las nuevas tecnologías para transferir los conocimientos de la investigación a los productores y productoras, a los colectivos que gestionan conjuntamente los recursos hídricos y las administraciones. ”Tenemos que ir escalándolo y la tecnología nos lo permite”, insistió.
Acto seguido fue el turno del investigador del grupo de Sostenibilidad en Biosistemas August Bonmatí, quien tomó parte en el taller de buenas prácticas “Cero emisiones, hambre cero”.
Acompañado de representantes de los gobiernos de Escocia, Senegal y Corea del Sur, Bonmatí puso sobre la mesa que para luchar contra el cambio climático hay que caminar hacia un consumo más local, reducir el desperdicio alimentario en toda la cadena de valor y aplicar de forma económicamente viable lo que aporta la investigación, a la vez que se evalúan los resultados.
La cumbre se cierra hoy a mediodía y ha sido una oportunidad para tejer alianzas y compartir conocimientos en este camino que hacemos todos juntos hacia una mayor sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios.