Comienza el proyecto Life SPOT, que desarrollará un sistema para reducir hasta un 80% los nitratos, plaguicidas y sustancias emergentes de las aguas subterráneas
· Se evaluará la viabilidad de una tecnología basada en procesos naturales que combina la acción de las algas y bacterias con el corcho, y que se aplicará en pequeños núcleos rurales y granjas.
· El IRTA coordina el consorcio del proyecto, formado por IDAEA-CSIC, Eurecat, Protecmed, FACSA y Nenuphar.
Las aguas subterráneas son la principal fuente de agua potable para los habitantes de las zonas rurales de los países mediterráneos, pero la contaminación hace peligrar su disponibilidad. Y es que la actividad humana (principalmente la ganadería y la agricultura) a lo largo de los años ha vertido un exceso de fertilizantes y plaguicidas en los cultivos, que han acabado filtrándose hasta los acuíferos subterráneos.
En este contexto nace el proyecto europeo LIFE SPOT: Green solutions for treating Groundwater pollution to meet drinking water Directive standards. Su objetivo es desarrollar un nuevo proceso de tratamiento que elimine los nitratos y microcontaminantes de las aguas subterráneas y produzca agua potable de buena calidad según los requisitos legales (Directiva 98/83 / CE).
«Se trata de operar dos plantas piloto para mostrar la viabilidad de una tecnología basada en procesos naturales que combina la acción de las algas y bacterias con el corcho para reducir el contenido en nitratos, plaguicidas y sustancias emergentes» explica Carmen Biel, investigadora del IRTA en Protección Vegetal Sostenible y responsable del proyecto.
Este proceso se aplicará en zonas rurales con suministros de agua muy pequeños, que son los que sufren más esta problemática, y ayudará a la resistencia y la sostenibilidad de estas áreas. Actualmente, el 13% de las estaciones de control de aguas subterráneas de toda Europa superan el límite de 50 mg NO3 / L establecido por la Unión Europea (Directiva 91/676 / CEE), mientras que el 7% de las aguas subterráneas presentan concentraciones excesivas debido a uno o más plaguicidas.
Un proceso sostenible y productivo
El proyecto construirá y operará dos plantas piloto de tratamiento de microalgas-corcho, una con una capacidad de 10 m3 al día y otra de 1 m3 al día. Las dos plantas piloto utilizarán la acción de la luz para hacer crecer las microalgas y bacterias, un sistema de filtración basado en corcho granulado y la separación de las microalgas por flotación para su posterior valorización.
La idea es desarrollar un proceso sostenible que trate las aguas contaminadas con nitratos, plaguicidas y sustancias emergentes en agua potable para las necesidades de la población local y la ganadería. Se espera un rendimiento de eliminación de nitratos de al menos un 60-80% en agua que contenga entre 50 y 150 mg / L de nitratos, y de un 60-100% en contaminantes químicos.
Además, las mejoras previstas a partir de este proyecto incorporan otros beneficios, como la valorización del exceso de microalgas filtrado para el compostaje (o biogás) y la alimentación animal.
El proyecto LIFE SPOT comenzó en julio bajo la coordinación del IRTA, y consta de un consorcio formado por IDAEA-CSIC, Eurecat, Protecmed, FACSA y Nenuphar. Su duración está prevista hasta junio de 2023. Podéis seguir de cerca su desarrollo desde la web lifespotproject.eu.