Iniciamos las primeras liberaciones de parasitoides para el control biológico de la drosófila de alas manchadas en Cataluña

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Investigadores del IRTA liberando Ganaspis kimorum en fresas

Hemos liberado los primeros individuos de Ganaspis kimorum, un parasitoide altamente específico de Drosophila suzukii, en parcelas agrícolas de Sant Pol de Mar

La drosófila de alas manchadas (Drosophila suzukii), originaria de Asia, es una de las plagas más devastadoras de la fruticultura europea. Detectada por primera vez en Europa en 2008, ha provocado pérdidas millonarias en cerezas, fresas, frambuesas, arándanos y otros frutos rojos. A diferencia de otras moscas de la fruta, D. suzukii tiene un ovipositor aserrado que le permite perforar frutos sanos y maduros para depositar los huevos, de modo que las larvas se desarrollan dentro del fruto e inutilizan su valor comercial.

Este año, debido principalmente a las lluvias y a la alta humedad, ha habido una mayor incidencia de esta plaga en los cultivos respecto a otros años. En 2025 se ha registrado un 43% de afectación en fincas de fresa y un 12% en fincas de cereza, considerando todas las parcelas prospectadas por el Departamento.

Larva de drosófila de alas manchadas (Drosophila suzukii)
Drosófila de alas manchadas (Drosophila suzukii) en una fresa

Los insecticidas, en el contexto de la gestión integrada de plagas, no son capaces de regular las altas poblaciones y, además, su uso intensivo resulta costoso para los titulares de explotaciones. Por otra parte, en el marco del Pacto Verde Europeo y, concretamente, de la estrategia De la Granja a la Mesa (Farm to Fork Strategy), que busca entre otros objetivos un sistema alimentario respetuoso con el medio ambiente, cada vez disponemos de menos productos fitosanitarios en el mercado europeo. Por ello, tras años de estudios y evaluación de riesgos, se ha impulsado un programa de control biológico clásico coordinado por el IRTA y la Universitat Jaume I, con la autorización del Ministerio de Agricultura y del DARPA.

Este proyecto se basa en la liberación de individuos de Ganaspis kimorum en cultivos de cereza y fresa en diferentes zonas de Cataluña con alta incidencia de la plaga y baja presión de tratamientos fitosanitarios, con el objetivo de que pasen a formar parte de la fauna útil naturalizada y contribuyan a largo plazo al control de la plaga. “Conseguir esta autorización ha sido excepcional, ya que se trata de un insecto foráneo, pero estamos convencidos de que con esta estrategia podremos garantizar un mayor control de las poblaciones de la plaga”, ha señalado Anna Lekunberri, jefa del Servicio de Sanidad Vegetal del Departamento de Agricultura.

“Este paso es muy relevante porque es la primera vez que se introduce en Cataluña un parasitoide larvario específico para controlar esta plaga”, explican Jordi Riudavets, jefe del programa de Protección vegetal sostenible del IRTA, y Pablo Urbaneja-Bernat, investigador del proyecto. “Sabemos que ni los insecticidas ni las mallas han sido suficientes para reducir las pérdidas, y los estudios nos indican que estos parasitoides pueden establecerse y contribuir a un control natural más estable y sostenible”.

Investigadores del IRTA liberando Ganaspis kimorum en cerezo silvestre

Según Riudavets, disponer de este enemigo natural abre “nuevas perspectivas para lograr un control biológico más robusto y sostenido de la drosófila de alas manchadas, lo que reduce la dependencia de los tratamientos fitosanitarios y favorece una producción de frutos rojos más competitiva y respetuosa con el medio ambiente”.

Drosófila de alas manchadas (Drosophila suzukii) a la izquierda y Ganaspis kimorum a la derecha

PUBLICADO EL

29/09/2025

Personal relacionado

  • Urbaneja Bernat, Pablo

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