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Q-olor: Estrategias para obtener carne de cerdo libre de olor sexual

Fecha de inicio: 28/06/2019 Fecha de finalización: 30/09/2021
Programa responsable: Calidad y tecnología alimentarias

Entidades financiadoras:

La utilización de alternativas a la castración quirúrgica en la producción de carne de cerdo y la evaluación del olor sexual en el matadero permiten satisfacer las necesidades de los consumidores, sin tener consecuencias para el sector porcino, ni por los productores, ni por los procesadores cárnicos, ni para la exportación.

Para alcanzar este objetivo y tener una carne de cerdo sensorialmente más buena y libre de malos olores y gustos, dentro del proyecto Grupo Operativo coordinado por INNOVACC Estrategias para obtener carne de cerdo libre de olor sexual (Q-OLOR), el Instituto de investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) ha trabajado conjuntamente con Selección Batallé SA, Grup Gepork SA, UPB Genetic World SL, Frigoríficos del Nordeste SA y Lenz Instruments y se ha actuado en diferentes niveles.

Por un lado, se ha trabajado a nivel de granja aplicando una de las alternativas a la castración quirúrgica (y la producción de enteros) que es la immunocastración. En este sentido se han estudiado varias pautas de aplicación de la vacuna evaluando su efecto sobre la calidad de la carne y la canal y la eliminación del problema del olor sexual. Por otra parte, se ha trabajado con la otra alternativa de la castración quirúrgica que es la producción de machos enteros y se ha evaluado la posibilidad de una selección indirecta por nivel de agresividad y directa por marcadores genéticos de olor sexual para reducir las canales con mayor probabilidad de incidencia de este defecto. También se ha determinado la relación entre la agresividad de los cerdos y la presencia de olor sexual en la carne. Finalmente, debido a que en las dos alternativas puede haber un riesgo de tener olor sexual aunque sea mínimo, hay que asegurar que se detectan las canales que presenten el problema con el fin de separarlas y tratarlas para reducirlo. Para ello se ha actuado a nivel de determinación del olor sexual con un sensor no invasivo, y que se prevé que tenga potencial para automatizarse y poderse incluir en la línea de sacrificio.