Las plagas de artrópodos en los productos almacenados comportan importantes pérdidas de producción, y una disminución de la calidad de los alimentos con implicaciones negativas para la salud de los consumidores. Las plagas más importantes no sólo afectan a las materias primas sino que también a los productos alimentarios finales. Estos se contaminan a través de las infestaciones presentes en las instalaciones donde se almacenan y procesan los alimentos, que se localizan en zonas de difícil acceso donde se acumulan los residuos. Los gorgojos, las polillas y los ácaros son los grupos de artrópodos que causan más problemas en este sector. El control de estas plagas se basa en gran medida en la aplicación de plaguicidas. Pero esta estrategia tiene importantes limitaciones: hay pocas materias activas disponibles, hay abundantes poblaciones de artrópodos resistentes a las mismas, y los residuos que dejan en los alimentos tienen efectos sobre la salud del consumidor y sobre el medioambiente. Otro problema añadido son las plagas invasivas que amenazan con complicar todavía más el panorama, ya que el número de intercepciones, detecciones y establecimientos de éstas continúan aumentando en los países europeos.