El objetivo principal de este proyecto es la aplicación de la gestión de los recursos hídricos en la mejora de la conservación de los habitados y de los espacios agrarios del Parque Natural Reserva de la Biosfera del Montseny (PNM-RB) mediante la recuperación y análisis histórico datos de cuencas experimentales y las estimaciones de balance hídrico a nivel regional.

La conservación del patrimonio natural del Parque Natural del Montseny Reserva de la Biosfera (PNM-RB) pasa en gran parte por una gestión integral y sostenible de la tierra y sus recursos, y en especial, de los recursos hídricos. Actualmente, el abandono de las actividades primarias como consecuencia de la falta de rentabilidad económica y la carencia de relieve generacional va en detrimento de los mosaicos agroforestales. La expansión de la masa forestal por la aforestación de antiguos campos de cultivo y pasto favorece la naturalización, pero en algunos implica la pérdida de prácticas de gestión que benefician a la biodiversidad, la capacidad de adaptación de los ecosistemas al cambio climático y alteración del balance hídrico a nivel local y regional. Además, uno de los efectos del cambio climático sobre el PNM-RB será un aumento de la demanda de agua atmosférica, tanto para las zonas agrícolas como para la vegetación natural, causada por el aumento de las temperaturas y la disminución de la precipitación y las reservas hídricas como es el caso de la precipitación sólida en forma de nieve. Esto tendrá un efecto importante en el incremento de la probabilidad de incendios, la reducción de caudales para mantener la fauna y flora, en especial en los hábitats de ribera, así como una reducción del rendimiento de la tierra que afectarán de lleno a las actividades socioeconómicas que se llevan a cabo en el PNM-RB. Hay que tener también en cuenta que el PNM-RB tiene más de 160 hábitats únicos, muchos de ellos de tipo forestal, y 8400 especies de fauna y flora, entre los que se encuentra el tritón del Montseny, una especie anfibia endémica de la región . La supervivencia de éste depende de la disponibilidad de recursos hídricos y de la calidad de los hábitats de ribera, que actualmente están siendo muy afectados por los efectos de episodios extremos como las sequías y de los que todavía se necesita información para poder establecer políticas de mitigación en el cambio climático. Por tanto, la cuantificación de los recursos hídricos, y en especial del balance hídrico, se convierte en un parámetro clave en la gestión y conservación de estas especies y hábitats, permitiendo la cuantificación de un caudal ecológico para su mantenimiento.