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21/03/2023

Gestión de la poscosecha, ideas innovadoras e impresión 3D para crear productos de valor a partir de vegetales que no se pueden comercializar

El IRTA con la colaboración de Mercabarna, el Banco de Alimentos e INPROUS pone en marcha un proyecto con el objetivo de reducir el desperdicio y mejorar el sistema alimentario en la ciudad de Barcelona

La pérdida y el desperdicio de alimentos supone un grave problema en la Unión Europea. Cada año se tiran 88 millones de toneladas de alimentos que podrían haberse aprovechado con una buena gestión. El 45% de estas pérdidas son de frutas y verduras, y se producen durante todas las etapas de la cadena de valor: desde la producción, el almacenaje y la distribución, hasta los hogares. Para combatir esta problemática, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), en colaboración con Mercabarna, el Banco de los Alimentos y la empresa de distribución de productos refrigerados INPROUS, han puesto en marcha el proyecto «Nuevas estrategias para reducir el desperdicio y mejorar el sistema alimentario en la ciudad de Barcelona». A partir de recoger ocho tipologías de productos procedentes de Mercabarna que no pueden entrar en el circuito comercial, se crearán soluciones innovadoras para convertir estos materiales vegetales en ingredientes potenciales de productos de alta calidad; también se darán pautas de gestión de poscosecha de los excedentes alimentarios para alargar la vida útil.

Impresora 3D en funcionamiento

En el proyecto, se trabajará para alargar la vida útil de frutas y verduras que no se pueden comercializar porque no cumplen con los estándares de calidad. Para hacerlo se trabajará con sistemas de conservación pasivos diseñados por la empresa INPROUS y también con bolsas de atmósfera modificada pasiva, una técnica que consiste en modificar la atmósfera que hay alrededor de los frutos u hortalizas mediante su propia respiración. Su uso permite conservar el producto en cuestión durante más tiempo ―se estima que en un 20%. Paralelamente, se trabajará con algunos de los subproductos obtenidos mediante procesos de secado y fraccionamiento para convertirlos en ingredientes alimentarios que se podrán utilizar para desarrollar productos innovadores, ya sea para mejorar su valor nutricional o bien aprovechar sus propiedades tecnofuncionales. Algunos de los productos planteados son nuevos untables sin azúcar, nuevos productos de panadería con alto valor nutricional o bien nuevos productos texturizados mediante la tecnología de impresión 3D.

Las frutas y hortalizas con las que se trabajará variarán según la estación del año y son productos excedentarios provenientes del Foodback, la instalación en Mercabarna donde se recoge la materia orgánica vegetal de los mayoristas de la Unidad Alimentaria para hacer una selección, si hace falta, y darles una segunda vida, ya que están fuera del circuito comercial pero son aptos para el consumo humano.

Este proyecto ha recibido una subvención de 59.982,00€ por parte del Ayuntamiento de Barcelona, que ha impulsado una convocatoria de subvenciones de proyectos que den oportunidades a los investigadores jóvenes. El proyecto se desarrollará entre enero del 2023 y junio de 2024.