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24/01/2025

“Dentro de pocos años, cada agricultor tendrá su asesor de IA personalizado”

Marlen Navarro y Agustí Fonts, esta semana en la sede de Torre Marimon.

Más de trescientos investigadores e investigadoras de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), la Universidad de Barcelona (UB), la Universidad de Lleida (UdL), la Universidad Politècnica de Catalunya (UPC), Agrotecnio, el Centro de Investigación en Agrigenómica, la Fundació Miquel Agustí y el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) forman parte de la red X_Agritech, que nació hace dos años. El objetivo de esta red es que la investigación en agricultura y ganadería que realizan los susodichos investigadores realmente trascienda hacia el sector primario, catalán y de más allá. Al frente de X_Agritech se encuentran, entre otros, dos profesionales del IRTA, Marlen Navarro y Agustí Fonts. Navarro es quien coordina y representa a la red. Fonts lidera el comité que gestiona los derechos de propiedad industrial de los grupos de investigación. Esta semana han presentado los llamados Living Labs, espacios de cocreación entre investigadores, productores y empresas. Hemos aprovechado la ocasión para entrevistarles.

X_Agritech nació en enero de 2023. ¿Qué lo motivó?
Agustí: Todos pagamos impuestos, que en parte van a las universidades y a los centros de investigación públicos, y es importante que ese dinero regrese a la sociedad. Esto, a menudo, no ocurre: las universidades y los centros de investigación son excelentes en la creación de conocimiento científico, pero este conocimiento, muchas veces, no llega a la sociedad. Para ayudar a que los resultados de la investigación en agricultura y ganadería sí lleguen al mercado en el menor tiempo posible, se creó la red X_Agritech, financiada, sobre todo, por la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación (AGAUR) de la Generalitat de Catalunya.
Marlen: Hasta 2023, había un vacío en este sector. En otros ámbitos, como en el de la salud, sí había redes similares, pero no en el nuestro. Actualmente, 36 grupos de ocho universidades y centros de investigación de Catalunya son miembros de X_Agritech. Todos estos grupos están acreditados por su excelencia y encajan en alguno de nuestros cinco ámbitos de trabajo: agricultura sostenible; ganadería sostenible; mejora genética y biotecnología; energía y gestión de residuos, e inteligencia artificial y ciencia de datos.

¿Tenéis algún referente?
Agustí: En los Países Bajos existe una iniciativa llamada Food Valley que hace años que existe y que va en la misma dirección.

El lema de X_Agritech es Tejiendo la innovación agraria. A menudo se habla del concepto ‘innovación’: ¿a qué se refiere, exactamente?
Marlen: [se ríe] En sus presentaciones, ¡lo primero que hace Agustí es aclarar el concepto de innovación!
Agustí: Es un concepto básico, pero que genera confusión. Si pregunto a un estudiante de doctorado si su tesis es innovadora, probablemente dirá que sí. Si pregunto a un investigador senior si su línea de investigación es innovadora, seguramente también responderá con un sí. Entonces, les hago una segunda pregunta: ¿Tu tesis o tu línea de investigación llegarán al mercado? Y me dicen: ¡No! Pues esto no es innovación: todo el mundo tiene ideas nuevas; sin embargo, en nuestro ámbito, si hablamos de innovación, nos referimos a que una idea nueva llegue al mercado. Y esto es lo que fomenta la red X_Agritech.

“En nuestro ámbito, si hablamos de innovación, nos referimos a que una idea nueva llegue al mercado, y esto es lo que fomenta X_Agritech”

¿Cómo se relaciona el concepto de innovación con los de transferencia y valorización?
Agustí: Cuando decimos que queremos que algo llegue al mercado, esto tiene un propietario, que es el centro de investigación público o universidad que lo ha creado, el cual no dispone de tienda ni tampoco produce. Quien va a implantar eso en la sociedad será alguien que esté dentro del tejido industrial. Entonces, transferimos cuando pasamos algo desde el centro público de investigación hacia quien lo llevará al mercado.
Marlen: A menudo, los investigadores creen que solo se puede transferir algo tangible, pero no es así. Hay varias formas de transferir. En X_Agritech formamos a los profesionales para que sean investigadores-innovadores, para que puedan identificar desde el principio si están trabajando en un proyecto innovador y para que encuentren la forma de llevarlo al mercado.
Agustí: Y el tercer concepto, valorizar, se refiere, precisamente, a encontrar la mejor manera de que esto ocurra. Por ejemplo, valorizar los resultados de una investigación puede significar constituir un spin-off al que transferir esos resultados. O puede significar conseguir que una empresa fabrique lo que has inventado mediante un contrato de licencia, no de propiedad. Valorizar también puede ser poner un copyright en creative commons a un software para que la gente pueda utilizarlo gratuitamente.

Así pues, hay muchas opciones para que la investigación trascienda hacia la sociedad.
Agustí: Y la situación es que, en el ecosistema de la investigación agroalimentaria en Catalunya, existe una gran ignorancia de todas estas herramientas para que las invenciones lleguen al mercado. Pero no todo el mundo puede saber de todo. Por eso creamos la red.
Marlen: La red ofrece los servicios de valorización, unas ayudas que tenemos abiertas todo el año. Se trata de unos informes elaborados por consultorías especializadas. Por ejemplo, informes de validación de interés comercial, o planes de negocio, o mapeos de inversores, o informes de patentabilidad, entre otros. Nosotros ayudamos a los equipos de investigación a identificar cuáles de estos servicios puede necesitar su tecnología o proyecto y a sacarlo adelante. Además, los ponemos en contacto con empresas, e incentivamos a los investigadores a presentarse a convocatorias públicas de financiación enfocadas a la innovación.

Así pues, informáis, formáis, asesoráis, financiáis… y también conectáis a los investigadores e investigadoras con el sector productivo y empresarial. ¿Cómo?
Marlen: Una herramienta muy importante que tenemos es el catálogo, que explica al sector todo lo que están llevando a cabo nuestros investigadores e investigadoras. La otra vía que estamos utilizando son los foros Business-to-Business (B2B), unas jornadas donde juntamos empresas interesadas en tecnologías con equipos de investigación interesados en empresas. Primero, los grupos de investigación se presentan; después, se realizan sesiones de diez o quince minutos en las que hablan con representantes de empresas. Hemos hecho un B2B sobre agronomía sostenible que ponía énfasis en la protección vegetal, los estimulantes y el manejo de malas hierbas, y estamos preparando más.

“Una herramienta muy importante que tenemos es el catálogo, que explica al sector todo lo que están llevando a cabo nuestros investigadores e investigadoras”

Agustí: Uno de los dramas de nuestro sistema de investigación es que los profesionales están acostumbrados a investigar sobre cuestiones en las que se sienten cómodos, pero que pueden no interesar al mercado. Es un drama porque aquellos impuestos que comentábamos al principio no van a regresar a la sociedad. Esto debe solucionarse, y nosotros lo visualizamos a medio y largo plazo. Por ello, una tercera herramienta que tenemos son los talleres de generación de ideas, que enfocamos hacia retos de país. Ya hemos hecho dos. Y una cuarta herramienta son los Living Labs..

… Que habéis presentado esta semana.
Agustí: Sí. Son lugares privilegiados donde quien desarrolla una tecnología puede contrastarla con quien la va a utilizar, ya sea mediante encuentros físicos u online. Los Living Labs fomentan los procesos de cocreación, donde quienes crean cosas, que son la academia, los investigadores y los centros de investigación, tienen suficiente humildad como para invitar en el proceso a quienes tendrán que utilizarlas. De hecho, en los Living Labs existe cocreación, coinnovación y coparticipación.

Un momento de la jornada de presentación de los Living Labs, esta semana.

Habéis presentado nueve Living Labs, tres de ellos del IRTA.
Marlen: Uno de los Living Labs del IRTA se llama CEREALIA y está enfocado a la evaluación de variedades de cereales y también de cultivos extensivos.
Agustí: Un ejemplo relacionado con este Living Lab: en Girona se ha creado una harina con trigos antiguos que es una petición del gremio de panaderos. Es un caso clarísimo de innovación en este ámbito y esto empezó antes del nacimiento de X_Agritech.
Marlen: Sí. El Living Lab CEREALIA trabaja en los ámbitos relacionados con el material vegetal; la agronomía de los cultivos; la adaptación de nuevas especies y variedades con mayor resiliencia ante el cambio climático; la mejora de la sostenibilidad; la digitalización, o la gestión de residuos, entre otros. Y los otros Living Labs de nuestra organización son IRTA-Fruits e IRTA Pomatech.

(…)
Marlen: El Living Lab IRTA-Pomatech basa su actividad en el cultivo de la manzana, en concreto en cuatro subámbitos: material vegetal, digitalización, tecnologías de cultivo y coinnovación. Esto incluye la validación de distintos sistemas de visión artificial y la integración del uso de sensores de potencial hídrico. Y el Living Lab IRTA Fruits trabaja principalmente con las variedades vegetales en el ámbito de la fruta dulce, pero también incluye actividades relacionadas con la tecnología de cultivo, la fotónica, la sensórica aplicada al riego, el agrovoltaísmo y las aplicaciones biotecnológicas para la protección de cultivos.
Agustí: Y aquí quiero poner otro ejemplo emblemático en el marco de Pomatech: ¡un 80% de los productores de manzana de Girona están utilizando un programa de gestión eficiente del agua de riego cocreado por el IRTA y los propios fructicultores! Esto es un éxito.

Es decir, que estos Living Labs formalizan y difunden el trabajo realizado hasta ahora y se abren a nuevas oportunidades.
Marlen: Sí. Nosotros ahora ayudamos a los grupos de investigación a tener el sello Living Lab y eso supone que tendrán financiación para seguir cocreando. Además de los que hemos comentado del IRTA, existen otros grupos centrados en el porcino, en la gestión de residuos o en edificios inteligentes que hacen recircular el CO2 para alimentar invernaderos, por ejemplo.
Agustí: Se trata de consolidar los esfuerzos que realizan los miembros de la red para llegar a la sociedad. Nosotros no podemos cambiar su manera de trabajar, pero sí podemos detectar cosas que se están haciendo para apoyarles y conseguir financiación para que salgan adelante.
Marlen: Por ejemplo, este año vamos a promover todos los eventos que organizan los nueve Living Labs que hemos presentado. El objetivo es que el sector pueda conocerlos y facilitar que surjan nuevas colaboraciones. Además, tenemos la intención de acreditarlos con un sello europeo llamado ENOLL (European Network of Living Labs), porque también queremos que puedan expandirse fuera de Catalunya. Queremos apostar por los Living Labs porque lo incluyen todo: innovación, valorización y transferencia.

“Queremos apostar por los Living Labs, dentro y fuera de Catalunya, porque lo incluyen todo: innovación, valorización y transferencia”

Dos años después de haber empezado, ¿cuál es el balance?
Agustí: Primero, tenemos dificultades para que se entienda lo que hacemos y para que la gente venga a conocernos. En nuestro ecosistema, la innovación es como la hermana pequeña de la ciencia: una opción menor. Sin embargo, la buena ciencia es aquella que tiene una capacidad brutal para ser transferida. Al mismo tiempo, me siento muy orgulloso del catálogo: haber sido capaces de rescatar más de ochenta tecnologías, know-hows, resultados de investigación o variedades vegetales que pueden ser transferidas, es muy importante. Y es muy gratificante que personas del sector nos llamen porque quieren conocer a los profesionales investigadores que han desarrollado una determinada tecnología.
Marlen: De hecho, elaborar el catálogo ha sido un proceso que ha significado mucho tiempo y esfuerzo para poder mirar, dentro de cada grupo de investigación de la red, qué tecnologías tenían vocación de mercado, sin importar el nivel de madurez. Esto ayudó a que los investigadores e investigadoras conocieran la red y reconocieran el valor de estar en un catálogo y de hacer difusión en el mercado. El primer año, como decía Agustí, recogimos 80 tecnologías, y en 2024 hemos terminado con 125. Muchas de las que se han sumado ya han sido por iniciativa de los propios investigadores e investigadoras.
Agustí: Además, gracias a X_Agritech, ahora todas las instituciones académicas y el 90% de los centros de investigación del sector agroalimentario de Catalunya tenemos un foro en el que nos encontramos y compartimos. Esto nunca había sucedido en el sector primario. Hacemos reuniones periódicas y dejamos las competencias para abordar cuestiones conjuntamente, y esto tendrá efectos dentro de un tiempo.

“La buena ciencia es la que tiene una capacidad brutal para ser transferida”

Justamente, pensando en dentro de un tiempo, vosotros que conocéis bien lo que se está cocinando, ¿nos podéis explicar qué cosas pasarán que ahora parecen ciencia ficción?
Agustí: Por ejemplo, el asesoramiento con inteligencia artificial (IA) generativa. En Catalunya, históricamente, quien asesoraba a los agricultores eran los servicios de extensión agraria; después, los técnicos de las empresas productoras de inputs de agricultura; más tarde, las Agrupaciones de Defensa Vegetal (ADV)… Y, en pocos años, cada agricultor tendrá su bot, su asesor personal de IA, el cual, a partir de todos los datos de la explotación, le dirá cuál es el día ideal para plantar una determinada variedad de semilla en una parcela concreta. O le indicará cuáles son las estrategias ideales de abono en un determinado contexto. Esto llegará, sí o sí. También, por la demanda del sector, llegará la robotización, que permitirá a los agricultores librarse de la carga de contratar a personal que no tienen ni encuentran para tareas intensivas como la recolección. Y, después, la biotecnología nos ayudará a configurar genéticamente especies adaptadas al cambio climático.

¿Y en el ámbito de la producción animal?
Agustí: Si en salud humana hablamos de medicina personalizada, en salud animal nos dirigimos hacia la ganadería de precisión, donde los animales son tratados de forma individual y no como rebaño, evitando así, por ejemplo, el uso masivo de antibióticos u otros medicamentos. La proteína vegetal o la carne cultivada también están en camino.

Marlen, tú naciste en Cuba, donde te doctoraste en Ciencias Agrícolas y trabajaste muchos años. También has investigado en varias universidades de los Estados Unidos. Y llegaste a España poco antes de empezar a trabajar en X_Agritech. ¿Cómo fue?
Marlen: La situación en Cuba, cuyo potencial científico es muy elevado, se deterioró a partir de la COVID-19 y, por razones familiares, decidí venir a España. Ya sabía de la existencia del IRTA y, cuando salió la vacante para gestionar X_Agritech, me motivé muchísimo, porque era un trabajo que, de algún modo, ya había realizado en Cuba como líder de un proyecto europeo sobre coinnovación agraria. En este tiempo en el IRTA he aprendido muchísimo y también he podido aportar mi experiencia. He recibido una muy buena acogida, y esto ha sido una pieza clave para mi integración en la sociedad catalana.

“Igual que en salud humana hablamos de medicina personalizada, en salud animal vamos hacia la ganadería de precisión”

¿Te ha sorprendido algo del sector en Catalunya?
Marlen: Más bien, me he sentido en mi lugar desde el principio. Poco después de empezar a trabajar, participé en una jornada de GENVCE en Lleida sobre cultivos extensivos, que es mi área de especialización. Y vi que hablaban de los mismos retos de los que hablábamos en Cuba y en el Caribe en general, como la resiliencia de los cultivos al cambio climático. Me sentí muy en sintonía. Por otro lado, me ha sorprendido la capacidad de Catalunya para producir desde cultivos mediterráneos como el olivo, el viñedo y los almendros, hasta cultivos más continentales como el maíz y otros cereales, además de la apuesta creciente por la agricultura sostenible, la innovación y la sostenibilidad.

Agustí, tú licenciaste en Ingeniería agrónoma en la Universidad Politécnica de Valencia y eres especialista en propiedad industrial. Hasta hace poco has dirigido la Oficina de Valorización del IRTA y también dirigiste la Feria internacional Expoagritech. ¿Qué es lo que más te motiva, actualmente?
Agustí: Quiero contribuir a que haya un cambio cultural, a que la innovación sea reconocida por el colectivo de profesionales del IRTA como un igual a la investigación.

Para terminar, ¿cómo véis el futuro de X_Agritech?
Agustí: En la red X_Agritech del futuro, no tendremos que ir a buscar las innovaciones que hacen los profesionales, sino que ellos nos las traerán porque nos conocerán y sabrán que estamos para ayudar. Habrá habido un cambio de chip.

La red se habrá hecho necesaria.
Marlen: De momento, existen otras universidades y centros de investigación que nos han manifestado su interés en unirse a la red. Y este ya es un resultado estimulante.